sábado, 21 de noviembre de 2020

Abrazo austero, abrazo sincero: tolkv - zhy

Esta entrega es de esas que me hacen querer hacer cosas, crear música. Ese incentivo no siempre lo obtengo, pero acá se hizo presente. Y qué gusto tengo de poder decir que todo este entramado se da en el marco de una amistad con quienes son responsables de esta música de la que hoy escribo.

Compuesta por 4 piezas, donde sólo dos de ellas se enmarcan en la idea-formato de canción, este álbum debut es un arranque fuerte y seguro, mas no así lo que me transmite su música: Vulnerabilidad y contención. No atrevería a decir que es una pausa, pero sí un limbo, una invitación a un momento a paso lento. 


Portada del álbum Tolkv - z h y


Tengo que comenzar hablando de los momentos de este álbum. Resulta muy interesante la compensación-balance-equilibrio que se genera en relación al álbum todo: En la primera pieza, Numine, y en la última, Tyrell, hay elementos clave que me permiten establecer una narrativa. Estos elementos son la apertura a la manera de grabación de campo de lo que, puedo deducir, es la puesta de un cassette en una radio o algo parecido y, asimismo, en el cierre se ubica el posible sonido de sacar el cassette. También sucede que estas piezas, la primera y última, se ven "interrumpidas" por un cambio abrupto en la textura, lo que me hace pensar en la reminiscencia de la cinta del cassette alterada, tanto al comienzo (primera pieza) como al final (última pieza), como si el cassette tuviese ese daño producto del juego con la cinta. Hablaríamos entonces de un cassette que alberga un contenido de ensayo, de prueba. Uno utilizado para grabar ideas o juegos con sonido. Y es eso precisamente lo que me transmite este álbum, es esa la contención en la que me ubico yo, a través de esta música; la de revisitar un algo, probablemente una sensación que se tenía con algo... y me arriesgaría a poder decir que es algo musical, a través del mismo relato que voy creando. Si la reminiscencia es a un cassette, entonces muy probablemente lo que nos estamos jugando es algo relacionado a la música y los recuerdos. 

La pregunta es cómo no situarse en un espacio donde los recuerdos se hacen presentes con una pieza de obertura tan sugerente de aquellas instancias. Dos acordes al sintetizador, paso lento, una guitarra eléctrica de melodía clara y emocionante, en repetición, todo para caer abruptamente en un mar difuso de sonidos alterados, posiblemente ralentizados (de nuevo una sugerencia a los efectos de la cinta), con glitch. Esta pieza sirve no sólo como posible obertura conceptual, sino también es una declaración de textura: Elementos no numerosos, definidos en su origen, pero que gozan de una complejidad espacial y tímbrica, ayudados por delays y reverberaciones, con arreglos muy sutiles, nada de abusos. La austeridad se hace notar. Dicho y hecho: la segunda pieza, Uvid, goza con estas características. Pero como había hecho notar al comienzo de este escrito, Uvid corresponde a una pieza que es una canción, que incluye una línea de voz que me transmite cobijo y fragilidad. Entre el rasgueo de guitarra acústica, una especie de percusión tipo drum machine, y diversos (pero austeros) arreglos instrumentales, esta canción goza de emocionantes momentos y un coro pegadizo. La tercera pieza, Slo, a la manera de la primera, es un instrumental muy complejo texturalmente, con un corto diálogo sacado de alguna serie o película. Una transición que juega un bello contraste con la última pieza y canción: Tyrell. Esta canción debe ser la más emocionante para mí, y en el mismo código que el segundo track, está basada en acordes de guitarra acústica, beats tipo drum machine, y arreglos de sintetizador y algo parecido a un xilófono o glockenspiel. En esta canción me transmite cobijo también, pero no compartido con fragilidad, sino con entrega, una especie de revelación amorosa, no necesariamente en un sentido romántico. La aparición del sonido de órgano me resulta sumamente placentero y emocional, un acierto total. Como había advertido, esta canción también presenta un cambio abrupto a un momento musical que me recuerda los videojuegos: una melodía escueta de sintetizador, acompañado por un arpegio de guitarra acústica, y un caótico entramado sonoro entre pitch shifting y glitch.

Tolkv se asoma como uno de mis lanzamientos favoritos del 2020, y se suma con un arranque potente bajo al catálogo de Samsara Records. La propuesta me parece sumamente original, difícil de clasificar (y si tuviese que hacerlo, sería entre dreampop o algún derivado más específico), desafía la idea de banda e instrumentación típica de la mayoría de lanzamientos que han salido este año, desafía también la inmediatez del single y del álbum-compilado, proponiendo un álbum con concepto, y donde hay un trabajo muy claro en propuesta musical y sonora. Sin más, los dejo a todxs invitadxs a escuchar y seguir:

 





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